Investigadores afirman que las autoridades los califica como “lo peor de lo peor”
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Los investigadores abordaron temas de migración en la frontera Calibaja, y ofrecieron un perfil de las personas que sufren por las recientes políticas de deportación ejercidas por el presidente Donald Trump.
Sobre la deportación de hombres, coincidieron en que se trata de una campaña de desprestigio del gobierno de Estados Unidos basada en estigmatizar a los hombres, como si fueran “lo peor de lo peor”.
Uno de los ejes iniciales, y fundamentales, a través de los cuales se ha estado arrestando a los hombres en las redadas es el uso de ciertos tatuajes, resaltaron y agregaron que ésto es lo que se ha venido evidenciando.
Otro tema que abordó Hugo Méndez Fierro, investigador de la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC, fue la desinformación y los estereotipos negativos que han sido atribuidos a los migrantes en general -hombres y mujeres-.
Según el experto, se ha creado una imagen distorsionada de ellos, viéndolos erróneamente como delincuentes, narcotraficantes, e incluso como parásitos que solo buscan aprovecharse de los recursos de un país que no es el suyo.
“El problema radica en que todas estas personas que buscan una vida mejor se envuelven en un mismo rasero, sin que se reconozcan sus esfuerzos y contribuciones en la sociedad que los recibe”, afirmó Méndez Fierro.
Estos estereotipos son una de las causas de la xenofobia y la discriminación que persisten en muchas ciudades estadounidenses, exacerbadas por políticas migratorias que fomentan el miedo y la deshumanización de quienes cruzan la frontera en busca de mejores oportunidades.
Carlos González Palacios, director de Humanidades y del Centro de Excelencia y Desarrollo Humanos de la UABC, explicó que el impacto de las políticas migratorias varía significativamente según el gobierno en turno.
En la actualidad, describió, se ha observado un resurgimiento de actitudes racistas en las calles, donde los ciudadanos ahora sienten que pueden ejercer su xenofobia sin limitaciones.
Pierde EU mano de obra masculina
El profesor Miguel Monteverde, docente del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades en el Campus Mexicali, agregó que las razones de la migración ya no responden a una única causa.
Las personas ya no sólo migran por la búsqueda de un futuro mejor, sino también debido a la violencia que las obliga a dejar sus hogares.
Según Monteverde, además de las dificultades humanas que enfrentan los migrantes, la situación también tiene repercusiones económicas.
En California, una de las principales áreas receptoras de migrantes, la mano de obra no documentada constituye hasta el 70% en sectores clave como la agricultura y la construcción.
Esta población es esencial para la producción de una parte significativa de los alimentos del país, incluyendo un tercio de las verduras y tres cuartas partes de las frutas.
La discriminación y la exclusión de estos trabajadores, sin embargo, no solo afecta sus derechos, sino también la economía en ambos lados de la frontera. El panorama de la migración, en este contexto, se ha transformado en un desafío de dimensiones humanas, sociales y económicas.
En la mira ciudades “santuario”
Palacios, habló de las conocidas ciudades “santuario”, las cuales son más amigables y se han negado a realizar redadas masivas, convirtiéndose en ejemplos de resistencia, como es el caso de Los Ángeles, California, San Francisco, Chicago y New York, y por eso se enfrentan a la hostilidad de otros gobiernos.
Este ambiente de miedo e incertidumbre es palpable en las comunidades migrantes, quienes deben vivir bajo constantes amenazas de deportación y separación familiar.
Frida Giza, docente de la escuela de Humanidades de Cetys Universidad, señaló que el cambio en las políticas migratorias ha afectado gravemente a las poblaciones en tránsito.
La eliminación del artículo 42 y las nuevas regulaciones han generado un caos en las rutas migratorias.
“Se ha visto un gran aumento de mujeres y niños que son víctimas de estafadores que prometen asilo, pero la política del asilo ha sido eliminada”, explicó Giza.
Hizo referencia a cómo las familias salen con miedo de sus casas a realizar actividades cotidianas.
“Tu tía se va a hacer cargo de ustedes, van a ver que sí nos vamos a volver a encontrar”, son palabras comunes que los padres dicen a sus hijos antes de salir a trabajar, sabiendo que la seguridad de sus familias está en juego.
Este clima de ansiedad también ha provocado un aumento en el ausentismo laboral, un fenómeno que afecta tanto a los trabajadores como a los empleadores que dependen de esta fuerza laboral.