Ensenada, B.C.
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Las ciudades hermanas del norte de México, Ensenada y Tijuana, no son la excepción, de hecho se dice que la primer bandera monumental con un asta de más de 100 metros de altura de todo el país fue colocada en Tijuana en 1997 durante el mandato de del ex-Presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien en el 1 de julio de 1999 decretó un programa para dotar al país de gigantescas banderas en ciudades estratégicamente elegidas.
Y de ahí se siguió la tradición de hacerlas cada vez más grandes y más altas.
Ciudades que cuentan con un asta bandera de más de 100 metros de altura:
- Victoria de Durango, Durango 125 m.
- Nuevo Laredo, Tamaulipas 125.5 m.
- Piedras Negras, Coahuila 120 m.
- Iguala, Guerrero 113.8 m.
- Monterrey, Nuevo León 100 m.
- Heroico Colegio Militar, Ciudad de México 100 m.
- Campo Militar Marte, Ciudad de México 100 m.
- San Jerónimo, Ciudad de México 100 m.
- Tijuana, Baja California 100 m.
- El Chamizal, Ciudad Juárez, Chihuahua 100 m.
- Ensenada, Baja California 100 m.
- Cancún, Quintana Roo 100 m.
- Chihuahua, Chihuahua 100 m.
- Dolores Hidalgo, Guanajuato 100 m.
- San Luis Potosí, San Luis Potosí 100 m.
Confeccionar una bandera de ese tamaño, algunas miden hasta 60 metros de largo por 30 metros de alto, no es cosa de nada, y está a cargo entre otras cosas, del ejército, sí, la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo (DGFAVE), dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) donde tienen una fábrica especializada en ello.
Los datos lo dicen todo, cada bandera si se vendiera podría costar alrededor de 200 mil pesos, tal vez un poco más dada la inflación. La tela se plancha, se cose y el escudo se pinta, todo a mano por militares artesanos, y tardan hasta 60 días en hacer una de las más grandes.
El proceso de fabricarlas es largo, puede tardar unos dos meses para una sola bandera dependiendo su magnitud, desde el teñido de los colores rojo y verde, el baño de teflón para darle resistencia al viento y la humedad a la tela, en el pintado del escudo nacional pueden tardar en pintarlo hasta 15 días y eso que los militares trabajan desde las primeras horas del día hasta la tarde.
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Son 15 soldados, que cosen, planchan y pintan las banderas, y llegan a fabricar hasta mil 300 banderas por año, de las monumentales hacen unas 300 dependiendo de las que sean solicitadas, y no solo eso, también dan mantenimiento a las que están en servicio unas dos o tres veces por año dependiendo los niveles de deterioro.
Esto sin contar la ingeniería estructural de las anclas que sostienen los lábaros patrios que tanto gusta observar a los mexicanos.
Los militares además de estas banderas confeccionan las banderas utilizadas en las Unidades, Dependencias e Instalaciones del Ejército y Fuerza Aérea.
En el decreto de Zedillo se fija que el tamaño de la bandera será de 14.3 metros de ancho por 25 metros de largo, cerca de la proporción 4:7 que ordena el artículo 3 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, y los mástiles deberán tener una altura mínima de 50 metros.
La ingeniería civil y textil que despliega esa habilidad de los mexicanos ya alcanzó en dos ocasiones el libro de los récord Guinness por sus proporciones, y en especial por la magnitud del lienzo que sostienen y el monstruoso peso de hasta 180 toneladas que pueden llegar a soportar las astas, con vientos de hasta 190 kilómetros por hora.
Desde Baja California hasta Quintana Roo pasando por Chihuahua y la Ciudad de México que posee no solo una sino tres de estos ejemplares, aunque no todas miden más de 100 metros de altura. Pero la llamada madre de todas las banderas es la de Piedras Negras, Coahuila, en la frontera con Eagle Pass, Texas.
La madre de todas las banderas
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Ahí, en la Gran Plaza, junto al acceso del Puente Internacional Solidaridad, fue construida en 2010 el asta bandera más alta del continente americano, ubicada dentro de las 10 mayores del planeta con sus 120 metros de altura el equivalente a un edificio de 40 pisos, y un peso de 160 toneladas.
El asta diseñada para lidiar con los momentos de torsión y flexión sostiene la bandera nacional que fue reconocida en 2011 como la más grande bandera izada del mundo en el Libro Guinness de los récords. Con un lienzo de 60 metros de largo por 34 metros de alto y fue inaugurada el 22 de diciembre de 2010 (aniversario luctuoso de José María Morelos), con un área de 2 mil 058 metros cuadrados.
Sostuvo el récord hasta que en 2022, en Alejandría, Egipto izaron una bandera mayor, con 2 mil 554.31 metros cuadrados de área.
A pesar que estas dimensiones, en la actualidad las banderas izadas más grandes de México se hallan la de Victoria de Durango y la de Nuevo Laredo en Tamaulipas, con una altura de de 125 metros de altura con 61 por 34.85 metros, unos 2 mil 125 metros cuadrados de área desplegada, algo más chicas que la de Egipto.
Aunque la más tradicional de las banderas de México, se halla nada menos que en el Zócalo del centro Histórico de la Ciudad de México, ahí donde los aztecas se instalaron hacia el año 1300 de esta era e iniciaran la construcción de lo que hoy en el corazón cultural del país y el pulso de la vida política, cotidiana, ceremonial y hasta de protesta de los ciudadanos.
La modesta bandera del Zócalo mide 50 metros de alto por visibilidad es la más representativa, pero la de San Jerónimo y la del campo Marte son de las más grandes aunque no las más grandes.
El inicio del mapa de banderas
El asta de la bandera de Ensenada en la Ventana al Mar fue colocada en agosto-1997.
Foto:Cortesía.
En Tijuana se colocó una bandera de 103.81 metros de asta, como la de Iguala y la de Ensenada, que antecedieron al programa de banderas Monumentales. La insignia de Tijuana se localiza en el Cuartel Morelos de la II Zona Militar, y es visible desde San Diego, California, Estados Unidos. La de Ensenada en la Ventana al Mar donde se puede ver desde cualquier punto de la ciudad.
Al inaugurar la bandera de Tijuana, el entonces presidente Zedillo aquel 31 de mayo de 1997 pronunció: "En esta tierra comienza la Patria. En esta tierra se siente el orgullo de ser mexicanos, se siente el nacionalismo y la firme voluntad de defender nuestra soberanía".
El asta de la bandera de Ensenada en la Ventana al Mar fue colocada el en agosto-1997, el Malecón de Ensenada fue inaugurado el 1 de junio de 1997 también por Ernesto Zedillo.
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Luego, el 23 de enero de 1998 fue desplegada la del bulevar Kukulkán, en Cancún, Quintana Roo, la estructura se eleva también 103.3 metros. Lo demás ya es historia.
El 24 de febrero de cada año se conmemora en México el Día de la Bandera.
